La Milenaria Luz de los Latinos.

En el centro de la Italia antigua, contemporánea a la antigua Grecia ( más de 1.000 años antes de la era cristiana) existía una región llamada "Latium" (Lacio) donde, según antiguas leyendas, reinaba un dios llamado Latino, quien luego fue considerado no como una divinidad, sino como un ilustre rey.

Él gobernaba un país donde se dice que había reinado el dios Saturno (el Cronos griego), padre del máximo de los dioses, Júpiter (el Zeus de los griegos). Latino tenía una hija, llamada Lavinia, que se casó con un héroe troyano, hijo de la diosa Venus (Afrodita), que había sobrevivido a la guerra y a la destrucción de Troya. Llamado Eneas, fue junto a su esposa, el origen de una magnánima estirpe de reyes sabios y poderosos.

Algunos siglos después, una princesa perteneciente a esta familia, fue amada por el dios Marte (Ares), el dios de la guerra, y de esta unión nacieron Rómulo y Remo, hermanos que fueron salvados de la muerte por una loba que los crió.

Rómulo fue el fundador de Roma, en el año 753 a.C. , que fue la ciudad más poderosa del Latium, y la que iba a difundir por gran parte del mundo antiguo, la cultura latina, a través de su gran imperio.

Luego de su primer rey y fundador, reinaron otros seis reyes, hasta que en el año 510 a. C. se instaura en Roma un nuevo orden más democrático, la República. Durante esta época Roma comienza a ejercer su dominio sobre toda Italia, y luego sobre otras regiones de Europa, África y Asia.

Hacia el final de la era republicana, (siglo I a.c.) aparecen personajes tan poderosos e ilustres como Julio César y Marco Antonio, quienes con su personalismo y concentración del poder en lo que ya era un verdadero imperio, sientan las bases de una nueva etapa para Roma : El Imperio Romano.

El imperio Romano comienza su historia con su primer emperador, Augusto (emperador desde 27 a.C. hasta 14 d. C.), quien inicia una era de grandes conquistas, de prosperidad y de paz.

Luego de él llegarían sucesores que traerían tanto etapas de éxitos y conquistas (emperadores Trajano, Adriano, Antonino Pio...) como de fracasos y decadencia (Calígula, Nerón, crisis del siglo III ).

El gran imperio duraría cinco siglos, pero cuando comienza ese último siglo V d. C., Roma ya no era la misma de sus dorados comienzos : por ejemplo, el cristianismo ya había suplantado para esta época a la antigua religión politeísta (de dioses como Júpiter, Venus, Marte...) y los emperdores eran fervientes adoradores de Cristo.
A comienzos del siglo IV el emperador Constantino I el Grande, se convierte en el primer emperador romano cristiano, y a fines de ese mismo siglo, el emperador Teodosio I el Grande, declara en 380 al cristianismo religión oficial del imperio.

En 395, a la muerte de este emperador el imperio se dividide en dos (Imperio Romano de Occidente con capital en Roma, e Imperio Romano de Oriente cuya capital era Constantinopla) y los enemigos de Roma, los bárbaros, invaden y ocupan cada vez más grandes regiones del imperio, sumiéndolo en una profunda decadencia.
Finalmente, en el año 476 d.C., es depuesto el último emperdor romano de Occidente (Rómulo Augústulo) por un invasión de bárbaros germánicos, los hérulos,procedentes del norte de Europa y luego de este acontecimiento, el Imperio de Roma desaparecería para siempre.

Pero tanto su idioma, el Latín, como su "nueva" religión, el cristinismo, y su cultura, sus leyes, sus instituciones, seguirían influyendo en los nuevos reinos que surgieron en la etapa que comenzó tras la caída de Roma : la Edad Media.

Producto de una mezcla de la cultura del Imperio Romano de Occidente, del de Oriente (conocido como "Imperio Bizantino", que sobrevivió hasta el siglo XV) y de los pueblos bárbaros ( germanos, eslavos, etc. ), nacieron en Europa reinos medievales que son el germen de todos los actuales países europeos ( Francia, Alemania, España, Inglaterra, Rusia, etc. ).

En el Imperio Romano había una provincia llamada "Hispania" (nombre dado a la península Ibérica por los romanos), tierra donde luego del fin del Imperio, nacieron el español y el portugués, a partir de su lengua madre el latín.
La cultura romana, o latina, también dejó su legado en el resto de Europa, donde, por ejemplo, del idioma latín nacieron en la Edad Media, las llamadas lenguas latinas (el italiano, el español, el francés el portugués, el rumano, etc. ) y donde se produjo al finalizar la Edad Media, el Renacimiento, que buscó rescatar del olvido la riqueza de las antiguas Grecia y Roma.
Y es también hacia el fin de la Edad Media, que uno de esos reinos eurpeos herederos de Roma, España, llega a América (el 12 de Octubre de 1492), iniciando una era donde se iba a difundir en este "Nuevo Mundo" la cultura latina.

Luego de más de tres siglos de dominio ibérico (español y portugués) en América, cuando las colonias se independizan en el siglo XIX, nace una nueva tierra independiente de Europa, la cual pasará a ser conocida como "América Latina", por poseer como herencia la cultura latina, representada principalmente por los idiomas latinos español y portugués.

El idioma español es uno de los tres más importantes del mundo y el alfbeto de los antiguos romanos, el alfabeto latino, es actualmente el más difundido del mundo.

Es así como en el mundo actual, sigue vigente la Latinidad, aquella milenaria y magnífica cultura que nació hace más de 3.000 años, en el centro de Italia, en el "Latium", el reino del dios-rey Latino.
La cultura latina es la más rica y la más influyente del mundo y su inconmensurable valor no puede ser ignorado por todos aquellos pueblos que han recibido la milenaria luz de los latinos.